Primer Año de Gestión en cuatro dimensiones para evolucionar

Especial.- Pocas horas después del cierre de la jornada electoral del 15 de octubre de 2017 para renovar gobernaciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que en el estado Miranda, con el 52,78% de los sufragios, Héctor Rodríguez Castro fue elegido como el gobernador de esa entidad federal.

Rodríguez, abogado y profesor universitario, tiene una destacada trayectoria política que inició como líder estudiantil en los pasillos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y que continuó en varias carteras ministeriales, la vicepresidencia para el Área Social y una diputación a la Asamblea Nacional, donde le correspondió encabezar el Bloque de la Patria, fracción parlamentaria de la Revolución Bolivariana.

Fue designado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus toldas políticas aliadas, reunidas en el Gran Polo Patriótico (GPP), para “recuperar Miranda” de 9 años de desidia y consecuente retroceso por la mala gestión de su predecesor.

El panorama que entonces pintaron los medios de comunicación y los llamados “analistas políticos” vislumbraba una derrota para las fuerzas revolucionarias, usando como principal argumento el revés que el PSUV y el GPP tuvieron en los comicios legislativos de diciembre de 2015 y los ya visibles estragos causados por una guerra económica y la abrupta caída de los precios del petróleo, principal recurso de exportación del país. Sin embargo, ciudadanos y ciudadanas respaldaron la propuesta bolivariana: el chavismo alcanzó 20 de las 23 gobernaciones en disputa.

Al respecto, Héctor Rodríguez afirmó el 16 de octubre de 2017, durante una alocución ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para la juramentación de los recién electos gobernadores y gobernadoras, que el pueblo venezolano “no solo ve el problema, sino también asume actitud ante la tormenta”. El gobernador mirandino se refirió al carácter combativo de los venezolanos y venezolanas, quienes reconocieron cual de las propuestas de país que las diferentes fuerzas políticas presentaron fue la que más se ajusta a sus necesidades y a la construcción de un país de paz y de justicia social.

Mientras que la actitud de una de las partes es tratar de agudizar la tormenta, creyendo que así el pueblo se va a molestar y dar un castigo electoral al que gobierna, el otro lado pone el pecho y dice vengan todas las tormentas, estamos preparados para eso”, exclamó ante sus colegas y representantes del poder originario.

Compromiso con el futuro

Meses atrás, Héctor Rodríguez participó en cientos de asambleas populares en comunidades, sectores sociales y demás fuerzas vivas del estado con la idea de escuchar de primera mano sus ideas, inquietudes y necesidades para dar paso a un Plan de Gobierno construido a muchas manos, lo que le otorga una legitimidad única.

En cada encuentro el joven líder político se comprometió públicamente –documento firmado y debidamente resguardado de por medio- a atender las peticiones que a favor del colectivo fueron presentadas. “Yo he visto a muchos candidatos prometer muchas cosas, y cuando es electo se le olvidan; entonces para que a mí no me pase eso voy a dejar constancia con las comunidades del compromiso de trabajo que asumimos para que hagan contraloría social”, expresó durante una asamblea en Petare en septiembre de 2017.

Estos compromisos se han venido cumpliendo desde el mismo momento que Rodríguez asumió la Gobernación. Durante el primer año de gestión, solicitudes colectivas han sido ya atendidas y buena parte del resto está en proceso de finiquito.

Un buen ejemplo de ello es la comunidad Hierba Buena del municipio Carrizal, en Altos Mirandinos. 127 viviendas y una cancha deportiva fueron rehabilitadas por medio del trabajo conjunto entre la Gobernación del estado Miranda y la Gran Misión Barrio Nuevo – Barrio Tricolor, luego de un compromiso con los vecinos y vecinas de este sector.

En esta misma dinámica, el Centro de Educación Inicial El Remanso, ubicado en el municipio Chacao, fue rehabilitado e inició actividades escolares recientemente, luego de haber permanecido cerrado varios años por decisión de la gestión anterior.

La seguridad es prioridad

Cuando Héctor Rodríguez asumió la gobernación encontró únicamente siete patrullas en funcionamiento y 900 funcionarios policiales, cuando los estándares internacionales recomiendan que para un estado como Miranda -que ronda los tres millones de habitantes y tiene una extensión de 7 mil 950 kilómetros cuadrados- haya al menos 600 unidades a motor y 10 mil funcionarios.

En cuento a las estadísticas, la región se ubicaba en el primer lugar en índices delictivos, triplicando al segundo lugar. La atención a esta situación era inminente.

Para diseñar y ejecutar las políticas en esta materia se creó la Secretaría Coordinadora de Seguridad y Paz Ciudadana, una de las cuatro dimensiones que componen la metodología de gestión del Gobierno Bolivariano de Miranda.

A la fecha, se han incorporado 200 modernas patrullas, en tanto que el número de oficiales de policía suma los 2 mil 200. Esto se debe a la correcta distribución de recursos, no solo asignados por la Presidencia de la República, sino también los obtenidos por ingresos propios con la exportación de productos mirandinos, tributos internos y empresas del estado.

El resultado está a la vista. Basta con recorrer las vías mirandinas para encontrarse cada 10 kilómetros una patrulla con hombres y mujeres dispuestos no solo a proteger y a prevenir situaciones delictivas, sino también a atender cualquier eventualidad.

Para que esta política tenga éxito hace falta la relación directa con la comunidad y plan preventivo eficiente. Por eso, aunado a este incremento de patrullas y oficiales, aumentó este año el número de Cuadrantes de Paz en todos los municipios a 207 entidades que funcionan con la labor conjunta entre las policías nacional, estadal y municipales y la Guardia Nacional Bolivariana junto a la comunidad organizada.

Durante la paulatina activación de los cuadrantes, Rodríguez recorre permanente las comunidades, para en asambleas evaluar el funcionamiento y la articulación entre ciudadanos y responsable del mismo.

El desarrollo social como derecho

La segunda dimensión que el Mandatario regional se propuso aplicar para garantizar el progreso del estado es Desarrollo Social y Misiones de Chávez en la que están comprendidas la educación, salud, cultura, y el deporte, la igualdad de género, las comunas, la protección social, movimientos sociales y sistema de misiones.

En este aspecto ha sido importante la inclusión y calidad educativa, por lo que en estos primeros 12 meses de gestión el Ejecutivo regional ha hecho los esfuerzos necesarios para que Miranda tenga las mejores escuelas del país, donde se han la formación productiva, el deporte y la cultura.

Todas las escuelas del estado cuentan con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), a través del cual se sirve desayuno, almuerzo y merienda a una media de 130 mil estudiantes todos los días.

Igualmente con la acción de esta Secretaría se han atendido a las comunidad en materia de salud y cultural, con el fin de buscar el desarrollo sano y cada individuo y el bienestar de las familias a las cuales se ha ofrecido oportunidades para el deporte, el esparcimiento, acciones que están dirigidas exclusivamente a la protección social de cada habitante del territorio mirandino.

Miranda hacia una economía productiva

La economía productiva es otra de las dimensiones que el gobernador Héctor Rodríguez ha priorizado durante su gestión, con la finalidad de mejorar la situación económica de una entidad que tiene mucho potencial.

En este sentido, el plan de gobierno ha estado dirigido a rescatar y proteger a los productores primarios a través de programas de financiamiento, dotación y asesoría. Igualmente, a potenciar la calidad de lo Hecho en Miranda con el fin de establecer alianzas internacionales que permitan la generación de divisas al estado, las cuales se traduzcan en beneficios sociales.

Se creó la Zona Económica Especial en los ejes Barlovento, Valles del Tuy y Guarenas-Guatire, desde donde se pretende impulsar a Miranda como el principal productor del país en diferentes rubros con calidad de exportación.

Igualmente desde estos encuentros se promovió la creación del Consejo Científico Tecnológico constituido por universidades, instituciones científicas y las cámaras de industriales para generar la ciencia y la técnica desde nosotros, con nuestros recursos. Esto a su vez llevó a firmar acuerdos con la Banca Pública para la obtención de los créditos necesarios, y la conformación de la Empresa de Exportación Mirandina para la comercialización del cacao, pescado, chatarra, recursos minerales y flores, así como la transformación del plástico en el eje Guarenas-Guatire..

Todo el conjunto de acciones para hacer de Miranda un estado productivo, originó también la firma de acuerdos con la Banca Pública para la obtención de créditos necesarios, así como la conformación de una empresa de exportación para la comercialización del cacao, pescado, chatarra, recursos minerales y flores, así como la transformación del plástico.

El derecho a la ciudad que tienen los mirandinos

El rescate de los espacios para el sano esparcimiento de la ciudadanía, forma parte del Derecho a la Ciudad que todas y todos tenemos, iniciativa concebida por Héctor Rodríguez para desarrollar la cuarta dimensión de su gestión de gobierno.

En este aspecto están incluidas todas las acciones, planes y programas que permitan que Miranda deje de ser una ciudad dormitorio y se convierta en un territorio que ofrezca oportunidades, desarrollo y calidad de vida.

La creación del sistema de transporte TransMiranda ha sido vital para solventar progresivamente la falta de transporte en el estado. En todos los ejes: Altos Mirandinos, Valles del Tuy, Barlovento y Área Metropolitana se han incorporado unidades nuevas para trasladar a las personas a sus destinos.

Se crearon diferentes rutas para que el TransMiranda preste un servicio cómodo, rápido y seguro a todos los trabajadores, madres, estudiantes y a los abuelos del estado. De igual manera, en este primer año de gestión ha sido vital la recuperación de las principales vías.

Durante este primer año de gobierno, Héctor Rodríguez, ha pensado en el bienestar de las familias, por eso su empeño en ofrecer espacios de esparcimiento y recreación donde niños y jóvenes puedan estar en plazas parques, museos, playas, participando en actividades pensadas para su bienestar, el cual se ve materializado con la entrega de viviendas dignas, donde cada familia puede hacer su hogar.

En este sentido, gracias a la Gran Misión Vivienda Venezuela, el Gobierno de Miranda ha entregado 1200 viviendas en diferentes zonas de la entidad.

Una educación de calidad, acompañada de valores culturales, un estado con espacios amigables, con gente talentosa, un territorio seguro con las capacidades de ofrecer un desarrollo económico inigualable son los resultados de una gestión que ha mejorado el presente para construir el futuro.

Así lo ha expresado el gobernador Héctor Rodríguez, en varias oportunidades “Aun siendo una batalla muy exigente, hoy podemos demostrar que entre todos estamos consolidando una visión de bien común. Así ya el futuro de Miranda se concreta brillante, luminoso, porque en la certeza de que juntos podremos lograrlo, nuestras manos cada día se juntan y se conocen más. Sigamos pues, que nos queda mucho por hacer”.

El diálogo como método para gobernar y convivir en paz

Por: Luis Quintana

Venezuela es un país privilegiado por muchas razones. Una de las que tiene más peso es el hecho de que no sufrimos disputas por razones religiosas, raciales o culturales que originan guerras tan largas como sangrientas en otras partes del mundo.

La vocación pacifista forma parte de nuestro carácter como pueblo y así lo hemos defendido en circunstancias tan difíciles como las que nos tocó vivir, durante los meses del asedio terrorista que una parte de la oposición ejecutó de forma inclemente contra la gran mayoría del país.

Tras años de inocular odio, divisiones y violencia política, la convivencia en Miranda quedó profundamente fracturada. Pero esa situación no es una condena perpetua para quienes creemos en el poder del diálogo. Con la convicción de que las heridas de la guarimba se podían sanar, emergió de las filas de la Revolución la candidatura de Héctor Rodríguez, quien ofreció desde el primer momento a toda la sociedad mirandina superar los momentos más difíciles con el ejercicio permanente del diálogo como método para gobernar y vivir en paz.

En efecto fue una bandera de su campaña, pero los hechos de su primer año de gestión al frente de la Gobernación demuestran que el diálogo ha sido un proceso permanente en todos los frentes. El diálogo se ha convertido en este tiempo en un método para escuchar a todos los sectores, para aprender de ellos, para orientar el rumbo en medio de la tormenta y para tomar decisiones, lo que lo convierte en un proceso relevante que afecta positivamente la vida de la gente.

En este tiempo, el Gobierno de Miranda por primera vez en 9 años se encontró con las comunidades tanto de los sectores populares como de los sectores medios, se encontró con las universidades, con los productores del campo y de la ciudad, con los pescadores y con los industriales, se encontró con las expresiones culturales y con los atletas, se encontró con los vecinos organizados o no en el Poder Popular, se encontró con las y los docentes, con los policías y bomberos, se encontró con las madres cocineras y con los médicos. El encuentro ha sido también en todas partes, en las ciudades y los pueblos de Miranda, desde Cúpira hasta El Jarillo, desde El Hatillo hasta Yare, en las fábricas y en las fincas, en las escuelas, en las calles, en los templos, en las canchas, en los teatros y parques.

El gobierno se ha venido encontrando de forma sistemática con todas y todos los que hacen posible la vida en Miranda con su trabajo, con sus ideas y con sus sueños, siempre con respeto a todo el espectro de ideas políticas, sin dejar de defender las ideas propias.

Lo mejor es que el Gobierno ha sido un puente para que Miranda se reencuentre consigo misma, tras años de abandono y traumatismos. Las y los mirandinos han protagonizado un esfuerzo extraordinario para restituir la confianza y el respeto mutuo.

Si bien no le podemos atribuir al gobierno todo este logro que es de la sociedad, debemos honrar a la verdad y reconocer que el Gobierno que dirige Héctor Rodríguez ha creado condiciones propicias para restituir progresivamente la convivencia y la paz en Miranda, mediante la inclusión, el entendimiento, el reconocimiento al que piensa distinto, porque todas y todos cuentan para construir una Miranda digna y próspera.

Aun queda mucho por hacer en esta materia, por eso debemos mantener el rumbo, contribuyendo desde todos los rincones de este estado, a que nuestra amada Venezuela siga transitando en paz hacia el horizonte del desarrollo pleno de sus potencialidades.