Tagore, un pensador hindú y nobel de literatura en 1913, escribió: La patria no es la tierra. Los hombres que esa tierra nutre son la patria. Y este es un tema ideal para comenzar nuestras reflexiones de 2019.

En el amanecer de este nuevo año, los frentes de combate ya están abiertos: la diplomacia estadounidense busca alianza con los gobiernos de la derecha latinoamericana para apuntar sus cañones contra nosotros. Su secretario de Estado, Mike Pompeo, avanza en una campaña para desconocer el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones de mayo 2018. Un proceso electoral donde casi el 68% de los votantes apostó por la continuidad del mandatario y la consolidación de una propuesta política y económica.

En contraposición, sus más grandes opositores en el continente no pueden decir lo mismo cuando se trata del apoyo de los electores: Duque obtuvo 54%; Macri, 51% y Bolsonaro el 56%. En cuanto a la abstención que se aduce en Venezuela como un factor de perturbación (el 54%), en Colombia y Argentina la no asistencia a las urnas electorales se situó entre el 49 y el 51 por ciento.

Simplemente, y en medio de una de las guerras externas e internas, amén de mediáticas, más intensas que ha sufrido país alguno, la decisión del pueblo venezolano no puede menos que calificarse como “marcadamente patriótica”.

Porque la patria, como decía Tagore somos los seres humanos. Personas que compartimos una misma historia y una misma lucha; sueños y frustraciones; logros y tristezas; una patria es el fruto de un esfuerzo colectivo, no sólo de sus líderes o dirigentes, sino de cada uno de nosotros que nos hemos entregado en la construcción de nuestro propio futuro, sin dejarnos desalentar, sin perder el rumbo, claros de las limitaciones, de los bloqueos internacionales, incluso de las mentiras y los saqueos.

Pese a las dificultades económicas, a las ideas de sociedad, millones de personas estamos luchando por una oportunidad única: el derecho de ser libres y hacer un mañana de acuerdo a nuestras necesidades y esperanzas, no para complacer caprichos de grupitos ni de poderes externos.

Robespierre, el francés que en 1789 popularizó el grito de Libertad, igualdad y fraternidad en medio de la Revolución Francesa, enfatizaba que se puede abandonar una patria dichosa y triunfante, pero amenazada, destrozada y oprimida no se le puede dejar nunca, se le salva o se muere por ella.

Y en este momento histórico, en este 2019 necesitamos unir esfuerzos y valor, mantener y fortalecer lo mejor de nosotros como pueblos: el amor, la honestidad y la solidaridad.

Como nos enseñó el comandante Chávez y lo ha reforzado el presidente Maduro, los venezolanos tenemos la capacidad para decidir, para abrir senderos en el marco del bien común, somos vencedores, somos la generación de oro, tenemos, historia de éxitos sociales, tenemos moral para soñar un mañana brillante de justicia y equidad.

Simón Bolívar nos trazó el camino: formemos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable. Una patria donde aprendemos a levantar las paredes de nuestros hogares, donde buscamos soluciones en conjunto y donde, cada día, nos reconocemos como iguales, como detentadores de los mismos derechos y como piezas clave para engrandecer nuestra sociedad, esa cuyos defectos y escollos podremos solventar juntos, porque nosotros y nosotras somos la única garantía de una Patria fuerte y saludable. El 2019 es un año para consolidar nuestra Patria, Venezuela eres tú!