Especial.- El fervor religioso de los habitantes de El Guapo y la Laguna de Tacarigua es una característica que con el pasar de los años sigue vigente. Es por esto que este año se celebra la visita número 107 de la visita del Niño Jesús de El Guapo a la Laguna de Tacarigua, tradición que desde el año 1912 se mantiene entre los pobladores de estas localidades barloventeñas.

Es un encuentro que se remonta a la época de la Tacarigua Colonial, cuando la Señora Antonia Ron, oriunda de Valle de La Pascua, dona una imagen del Niño Jesús a la población de El Guapo como pago de una promesa en agradecimiento a los favores recibidos.

En agradecimiento a los favores recibidos y como muestra de devoción, Ron recorrió al Niño por la laguna, con la intención de que fuera bendecida, actividad que se continuó realizando los años siguientes hasta convertirse en una tradición de la localidad.

La devoción al Niño Jesús se ha mantenido con el pasar de los años.

El nombre de dicha festividad se debe a que en aquella época la iglesia más cercana era la de El Guapo. Por esta razón es que los pobladores, la señora Ron y su familia, también originaria de Valle de La Pascua, decidieron que la residencia del Niño Jesús fuera la Iglesia de El Guapo.

Desde el fallecimiento de la señora Ron, esta costumbre pasó de persona a persona, siendo su primer sucesor el señor Juan Crispín, esposo de la creadora, y de manera sucesiva a los siguientes mayordomos, nombre que se les da a los responsables de velar por el arraigo y continuidad de esta costumbre.

Recorrido lleno de fe y esperanza

El paseo del Niño Jesús se realiza todos los años, cada primero de febrero y se inicia el 31 de enero con su búsqueda en la población de El Guapo. De esta manera es trasladado hasta el caserío Las Lapas, donde es recibido con parrandas. Allí recibe con fervor una gran veneración ofrecida por adultos y niños que dura hasta el amanecer del primero de febrero y se extiende hasta el tercer día de este mes.

En las casas donde es recibido, la feligresía entrega ofrendas como flores, animales, colaboraciones, comidas, bebidas, dulces y algunos platos fuertes para los custodios, quienes son los encargados de llevar al Niño en su recorrido.

Distintas promesas hacen los creyentes que habitan en Barlovento al Niño Jesús

Luego comienza su recorrido desde La Laguna hasta llegar al pueblo de Tacarigua, donde los creyentes lo esperan a las orillas de este hermoso escenario natural para iniciar el pago de sus promesas.

Al llegar a la esquina de San Sebastián, entre cohetes, aplausos, música y mucha emoción, el Niño Jesús se encuentra con la Santísima Virgen de El Carmen. Según los pobladores, cada año, luego de la visita del Niño Jesús y su recorrido por la Laguna se nota la abundancia del pescado. Razón por la que los pescadores de la zona también lo veneran con fe y devoción, por lo cual celebran en su honor la Feria del Lebranche.

Prensa Gobernación de Miranda