Un proverbio chino reza así: Si quieres ser feliz una hora – toma una siesta; si quieres ser feliz un día – ve a pescar; si quieres ser feliz un año – hereda una fortuna; si quieres ser feliz toda la vida – ayuda a los demás.

Justamente, cuando aprendemos a dar, a compartir, empezamos a “vivir viviendo” como acostumbraba decir el Comandante Hugo Chávez. Y es que la felicidad debe ser un patrimonio de todas y todos.

Por eso en Miranda nos hemos propuesto, dentro de nuestro plan de trabajo, cuatro dimensiones, y la tercera tiene que ver con el desarrollo social, las misiones de Chávez y la felicidad.

Por eso, reforzamos los 602 planteles educativos en todo el estado, y allí se atienden a 130 mil niñas, niños y jóvenes todos los días con un programa de alimentación que sirve desayuno, almuerzo y merienda. Gracias al eficiente funcionamiento de este programa y otras políticas que se adelantan en materia educativa, la matrícula escolar ha crecido 30% durante 2018. También se inició la construcción de 23 nuevas escuelas para las  comunidades mirandinas.

Pero estudiar, además de ser un derecho, requiere de una dotación para equilibrar la igualdad social, por eso para este nuevo año escolar 2018-2019 se entregaron uniformes y útiles escolares a 400 mil estudiantes.

También para nuestra niñez y juventud se creó un programa de salud para atenderlos en diversas especialidades como odontología, oftalmología, epidemiología, dermatología, nutrición y medicina general.

La atención integral busca nivelar con criterio de justicia, porque la igualdad no es sólo la oportunidad de estudiar, sino es poner al alcance de todos las facilidades y los recursos para disminuir las diferencias socioeconómicas.

Cuando nos referimos a la felicidad, la salud, como acabamos de ver, es una columna indispensable. De allí el esfuerzo por reforzar la Misión Barrio Adentro, en la que, con la calidad debida, se han dispensado hasta este momento más de 13 millones atenciones, y casi un millón de inoculaciones en el contexto del Segundo Plan Nacional de Vacunación.

Se han reparado, recuperado y mantenido equipos de alta gama tecnológica  en cuatro grandes hospitales y tres maternidades.

Se reforzaron los programas de protección social atendiendo a casi cinco mil adultos mayores en 15 casas de Abuelos y Abuelas.

Se organizó el Plan Vacacional Comunitario para atender a casi trescientos mil niños, niñas y adolescentes.

Igualmente, se ha apoyado el deporte y se han realizado en el estado ocho grandes eventos con la participación de casi siete mil atletas de alto rendimiento. Se logró que la Organización Deportiva Bolivariana eligiera a Miranda como sede de los Juegos Bolivarianos de 2021, con lo que se optimizarán centros deportivos y se construirán otros. Pero vale señalar que no todo es alta competencia, también se ha incentivado a unos siete mil jóvenes para su integración en las Zonas Activas Mirandinas, para que tengan una vida más saludable a través de la actividad deportiva.

Los espacios culturales también se han alimentado. Se lanzó la Misión Cecilio Acosta para promover la lectura; se activó la Ruta Cultural y se conformó el Consejo Estatal de Cultores y Cultoras.

Con las mirandinas se están trabajando siete Rutas Maternas para movilizar a casi 6 mil 500 embarazadas en nuestros 21 municipios, y 663 trabajadoras están promoviendo el Programa Parto Humanizado. Igualmente, se han garantizado métodos anticonceptivos y esterilización a más de seis mil mujeres.

Se ha empoderado a las comunas impulsando el Poder Popular, formando a 1052 voceros en 237 jornadas municipales.

Sólo con un ejercicio contínuo de la justicia y la equidad, las y los mirandinos tienen la oportunidad de acceder a la salud, educación, deporte y cultura en igualdad de condiciones; lo cual, sin duda, está generando un estadio de felicidad erigido como un patrimonio colectivo de los mirandinos y mirandinas.