La entidad y la población mirandina, en plena gesta independentista para liberarse del yugo español, fueron un factor clave, indispensable y preponderante en la Victoria de la Batalla de Carabobo, ocurrida aquel 24 de junio de 1821, acontecimiento bélico en el que el Ejército patriota, comandado por el Libertador Simón Bolívar, derrota a las tropas realistas, para, de esa manera, obtener la independencia definitiva de Venezuela y escribir su propia historia en un ámbito libre y como república.  

Así lo manifiestan historiadores, investigadores y cronistas mirandinos, quienes aseguran que gracias a tres combates armados y cruentos desarrollados en Barlovento, Guatire y Valles del Tuy, en el marco de la Diversión o Distracción militar desempeñado por el General en Jefe del Ejército de Venezuela, José Francisco Bermúdez, estrategia castrense ideada y encomendada por el Padre de la Patria, con el fin de desgastar moral y militarmente a los realistas y retardar o imposibilitar la unión con el resto de las tropas del Rey Fernando VII en las sabanas del Campo de Carabobo. 

Estos duros enfrentamientos bélicos se denominaron: Combate de Machurucuto, acontecido en el norte de Tacarigua, específicamente entre la población de Machurucuto y San Ignacio el 8 de mayo; el Combate de El Rodeo, enfrentamiento que se desarrolló en Guatire el 12 de mayo; y el Combate de Macuto, ocurrido al sur oeste de Santa Lucía, el 14 de junio de 1821.  

Todos estos desafíos fueron ganados por los mil 200 hombres aguerridos y patriotas, quienes estuvieron al mando del General Bermúdez en condiciones muy desventajosas en cuanto a preparación y equipación militar, además del tema territorial. 

Todo comienza cuando a principios de 1821, en Venezuela se rompe el tratado de armisticio entre el Libertador Simón Bolívar y el General del ejército español, Pablo Morillo, firmado en 1820, luego que Maracaibo se declarara como una provincia libre de la corona española. 

“Es allí cuando Bolívar ordena a los generales Rafael Urdaneta y José Francisco Bermúdez llevar adelante una estrategia militar ideada por él. Estas se llamaron distracciones o movimientos militares, las cuales debían realizar desde el occidente y oriente del país para avanzar y tomar el centro del país. Otra de las misiones de esa táctica era liberar las zonas poseídas por los realistas, además de desgastarlos moral y militarmente, y por, último evitar que esas tropas llegaran a la sabana de Carabobo, lugar donde ocurriría la batalla que sellaría nuestra independencia de manera definitiva”, relata Juan Ernesto Gómez, cronista del municipio Páez. 

El 28 de abril de 1821, Bermúdez inicia su transitar desde Barcelona rumbo a Caracas, junto a mil 200 hombres quienes están dispuestos a dar su vida por la liberación de su nación.  

Día y noche avanzan sin cesar hasta llegar y atravesar, el 7 de mayo, el Río Cúpira. Al día siguiente, un sangriento combate ocurre al norte de La Laguna de Tacarigua, entre Machurucuto y San Ignacio. Los comandados por Bermúdez luchan contra un gran número de soldados del batallón Hostalrich de las fuerzas reales españolas, y en la que resulta victoriosa la tropa patriótica. Seguidamente, continúa su avance y, al día siguiente, se enfrenta a otro batallón realista establecido en El Guapo, donde también conquista el triunfo.  

El 11 de mayo, los subordinados de Bermúdez llegan a Caucagua, específicamente en el sector de Chuspita, para enfrentarse contra otro contingente de soldados de la realeza y vencerlos una vez más; esta región barloventeña es liberada.  

Invicto en sus batallas, Bermúdez y su batallón de mil 200 soldados patriotas, la mayoría campesinos, esclavos y ciudadanos humildes, dejan Barlovento para marchar hacia Guatire, en donde recorrerán más de 129 kilómetros. Una vez en el lugar, vuelven a luchar contra el ejército imperial en el Combate de El Rodeo, el 12 de mayo de 1821.  

Iván López, detalla que el General Bermúdez, conocía muy bien el terreno donde iba ocurrir el acontecimiento bélico, pero que los realistas se encontraban mejor situados. Relata que el comandante del ejército del Rey Fernando VII, Hernández Monagas, al tener una gran ventaja territorial, decide de atacar, por lo que ordena a sus 900 soldados, estos no sólo integrados por españoles, sino también por venezolanos que estaban de acuerdo a la colonización de sus país por intereses económicos y sociales, aunado a canarios e incluso ingleses y neerlandeses, ir con todas sus fuerzas y de manera frontal contra los patriotas. 

Tras unas tres horas de lucha, ocurrida específicamente en el sector Trapiche de Ibarra, el Ejército Patriota sale victorioso, dejando solo un saldo de 90 hombres, entre muertos y heridos.  

Por su parte, el Comandante Hernández Monagas se ve en la obligación de retirarse a la capital del país con 200 hombres. El camino hacia Caracas está libre, por lo que Bermúdez emprende su avance hacia el principal centro del poderío español, para luego marchar hacia los Valles del Tuy, con el fin de seguir debilitando a las tropas de la monarquía española. 

Con la moral en alto, tras el triunfo conquistado en el Combate de El Rodeo, el 12 de mayo de 1821, Bermúdez y sus mil 200 hombres avanzan hacia Santa Lucía, para continuar con su campaña. Ya en el lugar, específicamente en el sector Agua Amarilla, zona limítrofe con Siquire, levanta su campamento. 

A diez días para la Batalla de Carabobo, el 14 de junio de 1821, las tropas patriotas del General José Francisco Bermúdez luchan en un cruento y sangriento combate contra los soldados del Ejército de las Banderas del Rey en el sector Macuto, situado al sur oeste de Santa Lucía. 

“El Combate de Macuto fue un duro y cruel enfrentamiento bélico que duró aproximadamente unas siete horas, hasta que al final fue debilitado el ejército realista y sale victoriosa las fuerzas republicanas y patriotas. A los realistas no les queda otra opción que huir hacia el noroeste y tomar el camino hacia Soapire”, cuenta Juan Ramón Ávila, cronista de Santa Lucía del municipio Paz Castillo.  

Para el investigador de historia, Neomar Oviedo, el combate de Macuto, la cual estuvo insertada en la Diversión Militar del Comandante Bermúdez, fue una táctica militar muy importante para el control estratégico de la zona de Valles del Tuy y, por ende, para la victoria de la Batalla de Carabobo.  

“Imagínate, esa brillante campaña que culmina el Comandante Bermúdez con un triunfo en el Combate de Macuto. Misión que fue reconocida por el mismo Libertador Simón Bolívar, expresada en varios documentos”, expresa. 

La misión del General en Jefe del Ejército de Venezuela, José Francisco Bermúdez, encomendada por el Libertador Simón Bolívar, está cumplida. Las fuerzas castrenses del Rey Fernando VII están debilitadas moral y militarmente. Además logró recuperar territorios ocupados por los españoles y se impidió que fuerzas imperiales llegaran a los campos de Carabobo para el conflicto bélico final del 24 de junio de 1821. La Batalla de Carabobo está servida para el triunfo de los patriotas y la liberación de Venezuela.  

Prensa Gobernación de Miranda