Por más de 276 años, los Diablos Danzantes de Yare realizaron su emblemática danza de rendición ante el Santísimo Sacramento, desde la ciudad de San Francisco de Yare, municipio Simón Bolívar, de Miranda, una manifestación de fe y religiosidad que este año tiene como uno de los objetivos, llamar a la paz mundial.

El gobernador de Miranda, Elio Serrano, acompañó el recorrido que partió desde el templo San Francisco de Paula, a los 49 altares dispuestos en la ciudad y se unió al clamor de la paz mundial, en medio de conflictos en el Medio Oriente y tensiones globales.

«Hoy pedimos al Santísimo Sacramento no solo por nuestro estado y por Venezuela, sino por todo el planeta. En estos tiempos de guerra, clamamos por la paz en los pueblos del mundo, que cesen los conflictos y reine la fraternidad», expresó.

Por su parte, la secretaria de Cultura de Miranda, Gabriela Simoza, resaltó la importancia de mantener viva esta religiosidad en tiempos de adversidad. «En tiempos de guerra y oscuridad, Venezuela es luz para la paz, guía para un mundo de amor y fraternidad. Con nuestras tradiciones religiosas y culturales, sembramos esperanza en nuestros pueblos», enfatizó.

La Danza de los Diablos: Símbolo de lucha entre el bien y el mal

La cofradía de los Diablos Danzantes de Yare salió en procesión para manifestar la rendición del mal ante el Santísimo Sacramento, acto que simboliza la victoria del bien y la alegría que emana de la fe, así lo recordó Duglas Rivas, integrante de la cofradía.

«Dios se hace presente en la hostia consagrada. Esta tradición, que data de la época colonial, se celebra con fervor y devoción en Yare, fortaleciendo nuestra identidad cultural», exclamó.

Por su parte, César Navarro, promesero desde hace 30 años, compartió su historia de fe y devoción, «cuando nací, mi vida estuvo en peligro. Mi mamá hizo una promesa y, gracias a esa devoción, hoy puedo agradecerle al Santísimo Sacramento por salvarme. Desde entonces, he dedicado mi vida a honrarlo», aseguró.

Los promeseros, vestidos con sus tradicionales máscaras de diablo, vestimentas rojas, collares religiosos, rosarios, cruces de palma bendita, maracas y mandadores, recorrieron los 49 altares en una expresión de devoción y tradición ancestral.

Vale recordar que, esta festividad, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012.

Prensa Gobernación de Miranda