Nuestro Libertador Simón Bolívar fue enfático “Unámonos o la anarquía nos devorará, sólo la unidad nos falta para completar la obra de nuestra regeneración…” Y así unidos en Miranda ya iniciamos el proceso de construcción de nuestro bienestar colectivo.
En estos primeros 100 días a la cabeza administrativa del estado Miranda, y luego de hacer un diagnóstico integral de las falencias, virtudes y capacidades de los tres millones de personas que hacemos vida aquí, sólo queda una cosa por decir: los mirandinos tenemos la voluntad, el deseo y la pasión por aprovechar la oportunidad y avanzar juntos.
Revisemos ese deseo y decisión: los campesinos, pescadores industriales y prestadores de servicio han hablado: contamos 216 mil hectáreas con vocación agrícola y pecuaria, 55 kilómetros de costas pesqueras y turísticas, 1.000 empresas manufactureras e industriales. El desarrollo armónico y sustentable de estos recursos ha sido el tema central de reuniones fructíferas, en las cuales se han abierto las puertas y las ideas, como el firmar acuerdos con Pequiven para garantizar los fertilizantes y derivados, y la creación de AgroMiranda para distribuir de manera controlada los insumos inicialmente desde Laguneta de la Montaña.
Igualmente desde estos encuentros se promovió la creación del Consejo Científico Tecnológico constituido por universidades, instituciones científicas y las cámaras de industriales para generar la ciencia y la técnica desde nosotros, con nuestros recursos. Esto a su vez llevó a firmar acuerdos con la Banca Pública para la obtención de los créditos necesarios, y la conformación de la Empresa de Exportación Mirandina para la comercialización del cacao, pescado, chatarra, recursos minerales y flores, así como la transformación del plástico en el eje Guarenas-Guatire.
Además se están consolidando los acuíferos para el riego, el uso industrial y el doméstico, como garantía imprescindible para nuestra calidad de vida.
Por otra parte, en cada encuentro, en cada reunión, han ido surgiendo las iniciativas legislativas, el ordenamiento jurídico necesario, con el acompañamiento de la Asamblea Legislativa del estado, y se prepara un paquete de leyes que den sustento, claridad y transparencia tanto el ejercicio público como a las iniciativas privadas.
No deja de sorprender la necesidad que había del diálogo en un extenso estado que tiene un potencial humano y material gigantesco. Sólo hacía falta la decisión y la disposición para trabajar en colectivo, unidos, hermanados.
Esto nos ha permitido iniciar el reordenamiento social, económico y material. El rescate de equipos, maquinarias, vehículos, servicios para garantizar la paz y la tranquilidad es un ejemplo poderoso de lo que debemos y podemos hacer.
En los primeros cien días, se ha trabajado con gran amor y capacidad en el fortalecimiento del sector educativo, desde la educación básica hasta la universitaria, por el derecho a soñar aportando conocimientos y garantizando que nuestros hijos continúen siendo todo lo maravillosos que deben ser, e integrarse en un plan ordenado de crecimiento social.
Treinta y dos rutas escolares con veintisiete unidades nuevas, miles de policías formándose a nivel universitario para integrarse en las labores de vigilancia, atención y seguridad, son ejemplos concretos de honrar los compromisos asumidos.
Aun siendo una batalla muy exigente, hoy podemos demostrar que los índices de violencia han disminuido drásticamente, y eso es así porque entre todos estamos consolidando una visión de bien común. Así ya el futuro de Miranda se concreta brillante, luminoso, porque en la certeza de que juntos podremos lograrlo, nuestras manos cada día se juntan y se conocen más. Sigamos pues, que nos queda mucho por hacer.