La población de Santa Lucía del Tuy, estado Miranda, conmemoró este sábado los 404 años del patronazgo de Santa Lucía de Siracusa y los 1.721 años de su martirio, en una jornada que unió mensajes de renovación espiritual y compromiso social por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas.
La celebración, que incluyó la tradicional procesión con la imagen de la patrona por las calles, fue el escenario para que los líderes exhortaran a la comunidad a seguir el ejemplo de la santa.

El gobernador Elio Serrano Carpio destacó que la festividad debe ser un compromiso anual y no solo un evento de un día, inspirando a la comunidad al trabajo constante por el bienestar colectivo.

«El ejemplo de Santa Lucía es el del sacrificio y del bienestar por el prójimo. Estamos empeñados en lograr la felicidad de nuestra gente», declaró.
El mandatario regional, quien recordó ser nativo de la localidad, aprovechó para llamar a la feligresía a orar por la defensa y conservación de la paz en el país.
«Aprovechamos que todos los cristianos oremos ante nuestro Creador para conservarla en el país», dijo.
Por su parte, el alcalde Omar León anunció la realización de actividades culturales y recreativas y vinculó la renovación espiritual con el compromiso político de su equipo, prometiendo «cosas hermosas y positivas» para la comunidad.
«Estamos renovando la fe en nuestros equipos políticos municipales y regionales porque estamos desarrollando grandes actividades que permiten un mejor vivir», aseveró.
Fuenmayor: Renovar la fe amando a Dios y al prójimo
El obispo de la Diócesis de Los Teques, Freddy Jesús Fuenmayor, centró su homilía en la necesidad de renovar la vida cristiana e imitar las virtudes de los santos.
«La invitación es a que aprovechen para renovar su vida cristiana. ¿Cómo renovamos? Amando a Dios y amando al prójimo. Eso suena sencillo, pero a veces es difícil», señaló
Monseñor enfatizó el triple propósito de la devoción a los santos -imitar sus virtudes, desear alcanzar su meta e interceder por los fieles-, destacando que los santos son un apoyo para llevar las necesidades ante Dios, quien es el solucionador primario.