Danzar ante el Santísimo Sacramento del Altar es un acto de fe y devoción que se hace de corazón para agradecer al altísimo por los favores concedidos, así lo aseguró Agustín Blanco, integrante de la Cofradía de los Diablos Danzantes del Corpus Christi de San Francisco de Yare, en Miranda.

Durante la conmemoración de los 275 años de esta tradición, Blanco, quien iba vestido de rojo, con máscara, maracas y alpargatas, recorrió por 37 veces consecutivas los altares dispuestos en Yare para adorar al cuerpo de cristo.

“Soy promesero de corazón y hoy rendimos tributo al rey de reyes que es nuestro señor Jesucristo, dando gracias por curar mis enfermedades y la de mi familia. En el pasado, mi hermana sufrió de un carcinoma y fue sanada, este año pido por la salud de mi madre quien atraviesa esta enfermedad”, aseguró.

Con cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos de protección contra el mal, Blanco aseguró que dedicar su vida al Santísimo Sacramento es una decisión que sólo debe tomarse de corazón.

Así como Blanco, centenares de promeseros le piden al Santísimo cada año por salud, prosperidad y paz. Todas las súplicas son elevadas a Dios durante esta tradición.

Los Diablos Danzantes del Corpus Christi de San Francisco de Yare fueron reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 6 de diciembre de 2012.

Este acto único en el mundo reconocido por la danza, que emula la victoria del bien sobre el mal, constituye uno de los sincretismos más puros de la fe y la religiosidad venezolana.

Prensa Gobernación de Miranda