De sol a sol, Jean Carlos Mujica, agricultor del estado Miranda, dedica su vida para el bienestar de las comunidades y del pueblo venezolano, proporcionándole alimentos de calidad, cosechados por sus propias manos, “con constancia y dedicación”, y con esa solidaridad que se despertó en el pueblo venezolano en medio de la cuarentena por el coronavirus.
Su jornada comienza desde muy temprano. Se levanta a las cinco de la mañana para preparar el café junto a su esposa e hijos y comienza su faena en la finca Los Mujica, ubicada en el sector La Navera, en San Pedro de Los Altos, municipio Guaicapuro, donde cultiva diversos rubros como brócoli, pimentón, cebollín, zanahorias, entre otros. Para a una buena siembra –dice- “es indispensable el amor” que le brinda a su trabajo.
Jean Carlos relata que la labor del campo y el esfuerzo que se requiere “es muy duro” en relación a las ganancias que se obtienen, pero el lo hace por amor al prójimo y a su familia. Desde pequeño trabaja la agricultura, lleva aproximadamente 14 años labrando la tierra con mucho esfuerzo, «porque no solo es poner la siembra, es estar pendiente, como atender a un niño, regarla, y darle amor para que nazca frondosa y entregarle al pueblo un producto de calidad».
Enseña orgulloso sus manos ásperas y llenas de tierra por el trabajo que realiza en los cultivos, que van desde manipular azadones hasta sacar los vegetales de la tierra. “Estoy acostumbrado a trabajar con lluvia y con sol y ahorita la cuarentena no nos afecta ya que siempre estamos aquí en el campo”, menciona Jean Carlos.
Tras muchos años de esfuerzo y alternando sus actividades del campo y el hogar, cuenta que esto es lo que le apasiona. “Siento que es lo mío y de verdad es algo muy bonito, cualquiera en su casa puede implementar acciones simples, el que tenga un pedacito de tierra le recomiendo que siembre para el consumo interno de cada hogar, eso se puede hacer sin problema alguno para adquirir los productos de manera directa, evitando las largas y costosas cadenas de comercialización”, señala.
Actualmente sigue trabajando en los cultivos porque considera que hay que producir todo lo que nos comemos. “Esperamos vender los productos rápidamente para que conserve su sabor”, señala este agricultor entre risas.
Él tiene claro que la venta directa al consumidor es mejor ya que se evita que pase por varias manos, sin intermediarios, ni bachaqueo, para no tener que venderlos a las cadenas y supermercados los cuales pagan por debajo del precio a los campesinos, empeorando la situación económica de los agricultores.
Jean Carlos expresa su agradecimiento por el apoyo del Gobierno nacional y regional para comprar los insumos, fertilizantes, semillas de calidad para lograr una buena cosecha y así puedan adquirir las personas un buen producto en las ferias o supermercados, “bien frondosos, verdecitos, sin químicos que tanto daño hace al organismo”. “A pesar de la cuarentena el pueblo puede estar seguro que los campesinos le garantizarán su alimentación para que se mantengan saludables y bien alimentados, para enfrentar con buena salud estos días que faltan hasta vencer al COVID- 19 (…) Me siento orgulloso de ser agricultor y si volviera a nacer lo sería otra vez, porque es algo que me apasiona y desde pequeño nací debajo de un tractor y eso para mí es mágico”, manifestó.
Prensa Gobernación de Miranda