Este viernes 3 de mayo, la Secretaría de Cultura del estado Miranda celebró el Velorio de la Cruz de Mayo, tradición religiosa-cultural que rinde honor al símbolo de madera donde murió Jesucristo.
La Casa de la Cultura Cecilio Acosta, la Biblioteca Pública de Casa Amarilla, Casa Museo Arturo Michelena y el Complejo Cultural Cecilio Acosta de Los Teques, celebraron esta manifestación con la proyección de un documental en el que se explica las diferentes formas de festividad de esta fecha en el estado Miranda.
Los estudiantes de las unidades educativas Santa Clara, Nuestro Esfuerzo y Tamanaco disfrutaron del evento en el teatro Leoncio Martínez de la Casa de la Cultura. “Fue una actividad muy divertida, además de educativa porque aprendimos más sobre la cultura y las fiestas tradicionales del estado y en este caso aprendí un poco más sobre la Cruz de Mayo”, dijo Angie Luna, estudiante del 6to grado de la U.E. Santa Clara.
Igualmente, María Elena Almeida, maestra de la referida unidad educativa expresó que dicha actividad es una oportunidad para que los jóvenes conozcan el acervo cultural del estado, “es una iniciativa bastante importante porque afianza la cultura e impulsa el arraigo cultural de los niños”.
Por su parte, Génesis Delgado, cursante del 5to año de la Unidad Educativa Tamanaco, reflexionó sobre las tradiciones mirandinas. “Me pareció muy interesante, ya que son cosas que hemos olvidado y que forman parte de nuestra identidad regional”.
La fiesta de la Cruz de Mayo es una tradición religiosa- cultural en la que se le rinde homenaje a la naturaleza y se pide protección a la santísima cruz para el resto del año. En el 2014, esta manifestación fue declarada Patrimonio Cultural.
Esta muestra consiste en que los creyentes participan en la celebración con oraciones, toques de tambor y cantos de galerón para llamar y darle la bienvenida a la lluvia y de esta manera activar la fertilidad de la tierra, los mares y los ríos.
Según la historia, esta manifestación religiosa data del año 324 D.C, cuando la madre del emperador Constantino, Helena de Constantinopla, encontró en Bizancio la cruz de madera en la que murió Jesucristo y desde entonces comenzó a celebrarse el hallazgo.
Prensa Gobernación de Miranda